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Escoger una residencia

¿Ha llegado el momento de vivir en una residencia?

Según el Instituto nacional de estadística más de 270.000 personas mayores viven en una residencia de mayores, ya sea por voluntad propia, recomendación de su médico o decisión de sus seres queridos.

El motivo principal es que en una residencia las personas mayores tienen cuidados 24 horas y un entorno adecuado adaptado a sus necesidades lo que ofrece mucha seguridad tanto al mayor como a sus seres queridos.

A la hora de tomar la decisión podemos tener dudas, en el Grupo IGA, gracias a vivir tantas experiencias con las familias que han confiado en nosotros podemos adelantarte que esas dudas son el proceso normal por el que pasan todas las familias y amigos.

Según nuestra experiencia, las familias y los cuidadores suelen esperar hasta que la situación avanza hasta un punto crítico antes de buscar opciones en las residencias de mayores.

Identificar las señales que nos indican que nuestro familiar mayor necesita de los cuidados de una residencia de mayores para alcanzar su bienestar personal reduce los esfuerzos tanto por parte de la familia como de la persona mayor.

Para ayudaros a identificar el momento , compartimos con vosotros algunas de las preguntas más clarificadoras que hacemos a las familias cuando visitan uno de nuestros centros.

8 preguntas para identificar si es el momento de vivir en una residencia

Las actividades de la vida diaria, como ducharse, vestirse y moverse, son preocupaciones frecuentes para los mayores.

En nuestros centros hacemos aseo diario y cuidamos que tengan una buena imagen ya que también es muy importante para su autoestima.

La gestión de la medicación destaca como una de las preocupaciones más comunes para las personas mayores y los cuidadores. Los errores en la gestión de la medicación pueden suponer un peligro real para las personas mayores,  intoxicaciones, interrupciones de tratamiento, ineficacia…

En las residencias del Grupo Iga nos encargamos de la medicación diaria y de la gestión de la renovación de recetas.

La soledad es uno de los mayores riesgos para la salud de las personas mayores. Además de las relaciones positivas con el personal que las cuida, las personas mayores que viven en nuestras residencias también encuentran conexiones con otros residentes. Estas amistades ayudan a prevenir el aislamiento de las personas mayores, así como aumentar la probabilidad de que participen en actividades propositivas y terapéuticas

Las personas mayores con una o varias patologías necesitan cuidados específicos de salud y frecuentes revisiones, lo que se traduce en hospitalizaciones, visitas periódicas con distintos médicos… que suponen un estrés emocional y cansancio físico.

Para simplificar este proceso, las residencias del Grupo IGA  facilitan y agilizan la atención a sus residentes. Los profesionales de la salud suelen prestar sus servicios en los centros residenciales mejorando su calidad de vida y evitando que los residentes tengan que salir con tanta frecuencia al médico. Además el personal del centro informa a las familias de su estado de salud.

A las personas residentes que desean seguir viendo a sus propios médicos y proveedores de atención, se les puede proporcionar un servicio de traslado y acompañamiento.

La mayor parte de los accidentes se producen dentro del hogar.  Una vivienda adaptada para las tareas diarias y el mantenimiento del hogar requieren planificación a largo plazo y una gran inversión económica por la reforma de la vivienda.

  • Ancho de las puertas para silla de ruedas
  • Baños accesibles
  • Pasamanos
  • Barreras de acceso a la vivienda
  • Altura de los muebles y ventanas
  • Camas articuladas
  • Sillones de descanso

Nuestras residencias están pensadas para que las personas disfruten de su máximo nivel de autonomía la mayor parte del tiempo posible.

A menudo, las personas mayores pueden carecer de energía o recursos para hacer la compra o les falta motivación para cocinar para uno mismo. Además, a medida que envejecemos o por una enfermedad se pueden presentar problemas de deglución (disfagia) que necesita de un tipo de menú especial.

En los centros del Grupo Iga, se ofrecen 3 comidas diarias y dos tentempiés. Los menús los elabora la nutricionista y se preparan en la cocina de los centros.

Además para las personas con problemas de deglución disponemos de comida texturizada, la que tiene una apariencia y textura mucho más apetecible que los purés.

Antes de optar por una residencia para personas mayores, los familiares optan por otro tipo de soluciones como cuidadores profesionales, centros de día o un familiar cuidador.

Este tipo de soluciones suelen tener un carácter provisional ya que el proceso de envejecimiento es irreversible y nuestro ser querido necesitará cada vez de mayores atenciones.

En el caso del familiar cuidador el equilibrio es muy complejo ya que el atender a una persona 24 horas no deja espacio para que la persona cuidadora realice su vida y cuide de sí mismo en todos los aspectos. Este tipo de situaciones suelen llevar un desgaste físico y emocional que afecta a cada uno y a la relación  entre ellos.

En las conversaciones que tenemos en los centros con los familiares cuidadores un alto porcentaje nos afirma que han puesto en juego su propia salud por cuidar a una persona mayor. Nuestra respuesta siempre es que el cuidado de una persona mayor requiere de habilidades específicas. La familia se esfuerza mucho por el afecto pero carece de conocimientos y experiencia

Aunque el punto de vista de la familia, amigos y de la propia persona mayor, desempeña un papel fundamental, a algunas familias  y personas mayores les puede ayudar una  evaluación médica, e incluso es necesaria para el proceso de solicitud de ayudas a la dependencia. En estos casos, contar con la evaluación y consejo de su médico puede ayudar a tomar una decisión.

En general, las personas mayores que viven en residencias para mayores necesitan ayuda para sus actividades diarias, pero las personas mayores también pueden elegir la residencia de mayores para socializar y vivir acompañadas.

Para saber si su ser querido se sentiría bien en uno de nuestros centros puedes reservar una visita y además de enseñarte el centro y sus servicios podemos ayudarte en proceso de decisión y comunicación a la persona mayor y resto de familia.

¿Cómo escojo una residencia?

Sin duda alguna escoger una residencia para mayores es una tarea que requiere dedicación.

Según nuestra experiencia, hay diferentes factores a tener en cuenta en los cuales puedas apoyarte para llevar a cabo una decisión acertada:

Hay personas que priorizan que la residencia esté cerca de sus familiares, esto favorece el mantenimiento del contacto a la hora de realizar visitas. También se debe tener en cuenta si la persona que va a vivir en ella prefiere un ambiente urbano o más rural.

Cada vez son más las personas que se inclinan por residencias que además de tener unas instalaciones cuidadas y bien equipadas también cuentan con una decoración y mobiliario hogareño. A todas las personas residentes les gusta sentirse como en casa.

Se debe tener en cuenta si los profesionales están no solamente cualificados, sino que también tienen ese plus extra que es el trato humano. Cuidar es una tarea que requiere formación profesional y habilidades personales y solamente lo hacen realmente bien las personas que tienen vocación.

Hazte la pregunta ¿Qué necesita? Consulta la carta de servicios que tenga la residencia para ver si se adapta a sus necesidades. La mejor residencia es aquella que tiene los servicios que cubre las necesidades de la persona residente y ofrezca seguridad a sus familias.

Dejamos de lado muchas veces la intuición a la hora de tomar decisiones. Cuando dudes, haz caso a tu instinto. Algo habrás procesado internamente que te hace inclinarte por una opción u otra.

¿Cómo comparto la decisión con mi ser querido?

Hay ocasiones en que la decisión de acudir a una residencia no es de la propia persona sino de su entorno. Está claro que cuando se necesitan cuidados lo mejor es acudir a profesionales. Sin embargo, trasladarle a la persona la necesidad de utilizar un recurso residencial es un proceso delicado. Pueden ayudarte estas premisas:

Haz que la persona participe en la medida posible de la decisión. En la vida todos podemos tomar decisiones por pequeñas que sean. Tener la capacidad de elegir nos proporciona seguridad.

Intenta visitar el centro antes con la persona a ingresar. Si no es posible muestra imágenes de la residencia. Las salas comunes y las habitaciones son los espacios que más curiosidad suscitan pues son los que más van a utilizar.

Anticipa el ingreso. Háblalo con tiempo. También puede servir de ayuda preparar la maleta y que la persona pueda elegir algún objeto de apego que le aporte seguridad.

Hazle partícipe en todo momento del proceso e intente resolver sus dudas. Podéis apoyaros en el personal del centro para mantener una conversación con la persona residente y disipar sus dudas.